sábado, 20 de noviembre de 2010

Llorando su propia muerte encontró su camino


Ainda del Mar había hecho toda su vida lo que se esperaba de ella…………..
Estudiar una licenciatura, ser una buena hija y contraer un buen matrimonio. Todas esas cosas que se esperaban de una mujer de su generación las había cumplido. Aunque ¿eran realmente lo que ella quería para si misma? A sus cuarenta años se sentía perdida y no se conocía.
Se había dedicado a seguir lo esperable y correcto pero nunca había pensado si realmente era lo que ella había deseado.
Un océano de dudas empezó a cubrir su mundo, ya no quería seguir viviendo impulsada por las olas de fiero mar, por primera vez, quería ser ella la que condujera el barco de su vida.
En sus cuatro décadas de vida nunca se había parado a pensar. Era demasiado impulsiva y siempre se dejaba llevar por su actividad incansable que no la dejaba parar.
Una mañana fría de noviembre por primera vez paralizó su apretada agenda de vida y comenzó a reflexionar sobre ella. De repente estalló a llorar con un desconsuelo propio de la muerte de un ser querido.
Lloraba amargamente porque había pasado la mitad de su vida y a penas si se conocía.
Lloraba su propia muerte y se sentía ajena a su cuerpo y a su mente era como si sus recuerdos ya no formaran parte de ella.
Empezó mirar por la ventana de su habitación con la curiosidad propia del niño que va por primera vez a una feria de atracciones.
Su entusiasmo comenzó a crecer pensando en una nueva vida en la que ella era la que elegía el camino y la llenó por un momento de fuerza y esperanza.
Empezó envolviendo toda la ropa que ocupaban sus armarios y que pensaba que ya no quería volver a vestir porque eran parte de su otra vida que había concluido.
Se sintió libre, como si le hubieran quitado una mochila pesada de la espalda y pretendió proyectar como quería empezar en esta nueva escuela de la vida. Si quería sentarse a escuchar o si quería ser ella la maestra.
Mientras recogía lo que le angustiaba y creía que le molestaría en su nueva etapa, recordó una historia que le había contado su abuela hacía muchos años, de un barquero que llevaba siempre mucha carga en la barca porque le pedían muchos favores los que le conocían y nunca paraba de hacer el camino de otros sin poder llegar a su propio destino.
Esa fue la frase que empezó a sonar en la cabeza de Ainda, el camino que iba a empezar a andar, salió de su casa y empezó a caminar en un pueblo en el que había vivido toda su vida pero que ahora empezaba a ver con los ojos de una primera vez porque eran los ojos de una forastera.
María Aliaga

domingo, 24 de octubre de 2010

UN DÍA DE CONVIVENCIA CON RECUERDOS DEL PASADO






 
EMOTIVO REENCUENTRO DE LOS ANTIGUOS COMPONENTES DEL GRUPO DE LA PEÑA DE LA SEDA
El día de ayer fue un hermoso día en el que después de muchos años volvimos a reencontrarnos los antiguos componentes del grupo Folclórico de la Peña de la Seda.El acto de convivencia se celebró en las instalaciones de la Alberca, un marco incomparable de la huerta en el que todavía se respira a tradición.
Más de ciento cincuenta personas acudimos al acto que nos permitió olvidarnos de los problemas cotidianos y celebrar un día de convivencia unidos por nuestras raíces populares.
No fuimos pocos los que nos emocionamos viendo a los hijos de los antiguos compañeros de baile como correteaban y se divertían sin altura.
Los miembros de la directiva así como los socios colaboradores como siempre trabajaron sin cesar para que el recinto estuviera preparado y no faltara ningún detalle.
Paellas, migas, morcillas, longanizas, lomos, paparajótes no faltaron en ninguna de las mesas.
Este acto nos acercó aún más a nuestro pasado y nos hizo revivir tiempos maravillosos de nuestra juventud.
Esta servidora al ser socia de honor tuvo el privilegio de decir unas palabras a los asistentes que os adjunto a continuación:

En primer lugar me gustaría felicitar al presidente, al vicepresidente y a todos los que habéis contribuido organizando este día.
Aunque algunos compañeros nos veamos con más menos frecuencia por la calle y nos saludemos, necesitamos estar aquí en la Peña, en nuestra Peña de la seda para actuar como un verdadero grupo que comparte ideas, inquietudes y muchas alegrías.
No podríamos olvidar ni por un instante, los momentos felices que aquí todos juntos hemos vivido, otros de esfuerzo, de trabajo, de nervios, aunque hoy nos vamos a quedar solo con los momentos felices y de ellos tenemos un gran repertorio:
Nuestro viaje a Galicia, el primer viaje juntos fuera de la Región, con Federico Viudes, que nos acompaño y que tanto nos ayudó en el protocolo y en la puesta en escena.
El viaje a Alemania, con estas grandes cocineras que tenemos que prepararon esos arroces y conejos y esa gran recepción para tantas autoridades alemanas y que recuerdo que nos hicieron quedar tan bien.
Recordemos porque ya no están entre nosotros, Tomás el Millas, Juanita Aragón, Angel Lopez, que seguro los estamos haciendo desde allá arriba más feliz hoy, viéndonos a todos reunidos en la Peña donde pasaron tan buenos ratos.
Hemos compartido juntos cientos de sábados de nuestra juventud vestidos con el traje regional visitando los rincones de nuestra Región en las fiestas y semanas culturales de las peñas.
Hemos vivido muchas horas de nuestras vidas juntos, en los huertos, en la barraca de los Alcázares, en la de Murcia, en la de la Alberca, en la de aquí, en la de todos nosotros.
Ha sido aquí en este entorno de las peñas donde nos hemos iniciado y lo hemos hecho desde muy jóvenes y hemos crecido en un ambiente tranquilo, sano que nos permitía conocernos mejor y conocer mejor nuestro entorno y nuestras raíces.
Solíamos hacer piña entre nosotros y estábamos orgullosos de representar a nuestra Peña de la seda allí donde fuese necesario.
Este ambiente, nos permitió crecer en valores y conocer nuestras raíces mas populares que les transmitieron a nuestros abuelos y ellos a nuestros padres y nuestros padres a nosotros y ahora es nuestro turno.
Nos toca a nosotros y que mejor que transmitirlos a los que tenemos cerca, a vuestros hijos, los que los tenéis, a nuestros sobrinos, los que tenemos, a los hijos de nuestros amigos.Porque en realidad les estamos contagiando cultura popular.
Ya quisieran los amaricanos contar con el legado histórico-popular que tenemos los españoles y que en nuestra mano está el difundirlo.
Quien mejor que nosotros, que somos testigos del pasado y sabemos que aquí los niños van a disfrutar, a aprender a crear un sentido de equipo que les va a ser de gran ayuda cuando crezcan.
Contamos con una de las mejores instalaciones de Murcia, estamos en un lugar privilegiado y mejor comunicados que nunca.
Desde aquí os animo a que reflexiones sobre lo que os estoy diciendo y a que traigáis a las nuevas generaciones a la Peña que continúen el relevo que nosotros dejamos, que vengan a bailar, a aprender a tocar instrumentos musicales a pasar un rato agradable en un entorno seguro,
También animo al grupo del rento, compuesto por grandes maestros del baile, de la música, del traje, a que vengan con más frecuencia y que ocupen el hueco que dejaron hace tantos años que todavía tienen su espacio.
Bueno y ahora en serio, nos queda a todos juntos un reto: luchar, porque resurja la Peña con más fuerza que nunca y con la colaboración de todos.
Porque a lo mejor nosotros no podemos cambiar la economía del gobierno, los problemas del paro pero si de nosotros depende pasar momentos felices con más frecuencia.
Recordemos por un instante nuestra infancia, lo felices que fuimos aquí y seguro que nos entrará la cosilla de la nostalgia:
Pensemos en nuestros refajos de labor, los cortos, los largos, los de lujo, que nuestras madres nos bordaron con tanto esfuerzo pero con tanto amor al mismo tiempo.
No los dejemos que se apolillen en los armarios, consigamos que los vuelvan a vestir las personas a quien queremos, porque será como si una parte de nosotros también los llevase puestos.
los zaragueles de los hombres, sus elegantes chalecos, sus instrumentos musicales que estarán llorando en los armarios porque hace muchos años que no suenan junto a las postizas.
Recordemos el pasado, nuestro pasado y construyamos todos juntos un mejor presente y volvamos a luchar por nuestras raíces y por nuestra peña que tantos minutos de felicidad nos dio.
Muchas gracias por este día y os animo a que repitamos iniciativas como esta con más frecuencia.
María Aliaga

miércoles, 13 de octubre de 2010

Nos veremos el próximo viernes


Era el 29 de diciembre de 2009 y como todos los viernes Adriana se acercaba a la parada de tren sobre las siete de la tarde esperando ver a los pasajeros que descendían a la vía.
Así lo había hecho durante los pasados veinte años. Esperaba a que el último pasajero del tren se apeara y no viendo a quien presumiblemente buscaba se marchaba con pasó ligero y cabizbaja.
Había gente en el pueblo que ya conocía su historia y aún osaba a preguntar.
¿No ha venido tu acompañante Adriana? Esta dolida pero con resignación respondía: tal vez se le escapó el tren y vendrá la próxima semana……..
Así era Pastrana del campo, un pueblo con no más de novecientos habitantes donde todos se conocían y estaban enterados de las amarguras y alegrías que allí se vivían.
El verano era la estación en la que más actividades se compartían. Se bañaban en el pequeño riachuelo que hacía gala de unas aguas cristalinas aunque algo frías para esas fechas.
Los niños chapurreaban en el agua como una bandada de patos y por el ruido que causaban interrumpian al cura en la misa de la tarde.
Por la noche se engalanaban con sus mejores ropas y se acercaban a la verbena.
Allí, el puesto de manzanas acarameladas, piñas garrapiñadas y algodones hacia su agosto.
No había joven que no se preciase de obsequiar a su acompañante con algún detalle de los puestos que tan deliciosamente estaban adornados.
La orquesta tocaba canciones populares que el público con nostalgia les pedía y los más osados no dejaban de bailar agarrados si la musica lo permitia.
Allí fue donde Adrina conoció a quien le robó su corazón y todavía no le ha devuelto.
Una de esas noches de verbena Adriana, estaba junto a la orquesta cuando un desconocido se le acercó y la invitó a tomar un algodón rosado.
Ella en un principio dudó pero después atraída por el delicioso olor a fresa de los puestos de algodón, accedió y ambos se acercaron al puestecíto.
Empezaron a hablar como si se tratase de amigos que se conocían de toda la vida y después se animaron a bailar al son de la orquesta.
Era una noche mágica de luna llena, una de esas noches en las que parecía que estaba prohibido amanecer.
Al final de la madrugada, la gente se iba retirando de la plaza y la orquesta ya había recogido todos sus bártulos. El joven le pidió a Adriana que le acompañase a la estación ya que se le había hecho tarde y debía coger el próximo tren.
Se encaminaron hacia la estación que no quedaba más allá de tres calles y por el camino acordaron volver a encontrarse.
Se oía ya el silbido del tren y el muchacho se aproximó a Adriana y le susurró al oído: "Nos veremos en esta misma estación a las cinco de la tarde el próximo viernes"
Allí acudió puntualmente a su cita Adríana durante los últimos veinte años y aún espera que llegué ese viernes en el que su acompañante le pida el próximo baile.
María

El Adiós de Andrea


Era la tarde del viernes del 15 de julio del pasado año.
Luis estaba en la sección economía de la biblioteca buscando algunos libros para su investigación.
Seleccionó tres y al coger el tercero uno de ellos se cayó al suelo y lo cogió Andrea:
!madre mía si lo estaba buscando desde hacia siglos exclamó! Luis se giró y le respondió: disculpa se me había caído. No te preocupes respondió Andrea cuando lo devuelvas yo lo reservaré.
Entablaron una pequeña conversación y se sentaron juntos en la mesa de estudio.
Estaban investigando para un trabajo similar y había muchos puntos de vista que les apetecia comentar.
Cada viernes de cinco a nueve de la tarde se veían en la misma biblioteca y después de consultar sus informes se bajaban a la cafetería y hablaban durante un par de horas.
Así ocurrió hasta final de año. Luis seguía acudiendo religiosamente a su cita pero Andrea hacia más de tres semanas seguidas que no aparecía.
Una tarde Luis extrañado por la ausencia continuada de Andrea decidió llamarla por teléfono al numero que está le facilitó el día en que se conocieron.
Pasaron cinco tonos de teléfono y cuando Luis estaba dispuesto a cortar, una voz de hombre respondió: ¿Quienes es? Soy Luis, un amigo de Andrea. ¿Podría hablar con ella?
Lo siento, respondió una voz de hombre. Andrea murió hace dos años.
Luis no daba crédito a lo que había oído y colgó el teléfono.
Se quedó paralizado y no sabia como reaccionar. ¿Quien era aquella joven con la que tomaba los viernes un café solo con hielo?.
Luis se marchó a su casa angustiado y con una extraña sensación en su cuerpo.
No podía entender lo que le había sucedido. Pasaron los meses y un viernes de primavera,
Luis sintió un golpecito en su brazo. Era Andrea. Él no sabia que decir y ella se precipitó:
!Cuanto tiempo sin verte!  así es, respondió Luis y añadió con voz afligida no supe de ti  nada más que habías muerto.
Oh Luis, exclamo Andrea ruborizada y nerviosa, adopte el nombre de mi hermana que falleció hace dos años porque tenía miedo a seguir viviendo.
Andrea murió en accidente de coche hace dos años y una parte de mí se fue con ella. Yo conducía el coche y desde ese día mi alma dejó de sentir.
Cuando te conocí  me sentí culpable y  tuve miedo de enamorarme de tí y de volver a ser feliz y por eso con su nombre sabría que nunca podrías acceder a mí. Hoy soy yo quien vuelve a ti………
Se estrecharon en un fuerte abrazo y nunca más Andrea volvió a faltar a su cita de los viernes en la biblioteca.

María Aliaga

domingo, 3 de octubre de 2010

El fresquillo del otoño ya ha llegado


Ya estamos en octubre, parece mentiera: "si era casi antes de ayer" cuando permanecíamos debajo del aire acondicionado, quejándonos todo el tiempo del calor.Este año fue el más caluroso repetiamos constantemente aunque creo que siempre se oye la misma frase en esas fechas........
Pasado el calor veraniego le damos entrada al frequito del otoño.
¿Qué esperamos de este otoño de 2010?
Hagamos una lista de propósitos a medio plazo para que luego podamos ir modificando con más facilidad.Sabemos que no todos los vamos a cumplir pero el hecho de que aparezcan escritos parece que nos lo tomaremos más en serio.
Empezaré escribiendo la mía para que veáis todo lo que me propongo y lo que cumpliré.
Vosotros seréis testigos de mi falta de voluntad.
Comenzaré haciendo un poco de deporte todos los días.He pensado para que parezca más light al principio hacer dos sesiones cada día de 15 minutos en la bicicleta estática por la mañana y por la noche.
Mi segunda propuesta sera: Comida sana y menos calórica en mi figrorífico.Dejaré los apetitosos bocadillos de la cena por unas variadas ensaladas.
Y la tercera y última por este mes será: beber más agua.Tengo un pequeño truquillo que leí en algún sitio.
"Llevar un termo con infusiones ayuda a engañar el estomago y contribuye a que se beba más agua sin darnos cuenta"
¿Quien se anima a ser el siguiente y escribe sus propósitos del mes?
Los espero con las ventanas de par en par
Hasta pronto.
María Aliaga

lunes, 27 de septiembre de 2010

Bienvenidos al blog

Bienvenidos a tod@s a este vuestro blog
Espero que podamos abrir una ventana y dejar salir nuestras ideas.
¿Por qué cuanto tiempo hace que no hablamos con ellas?
Aquí podremos hacerlo con libertad y sin miedo a equivocarnos.
Estoy segura que tod@s tenemos muchas cosas que decir y contar.
Espero compartir los contenidos de este blog con las ventanas abiertas.
Hasta ahora
María Aliaga